Una cuidadora de ancianos o discapacitados es la persona que se hace cargo de las necesidades especificas de las personas dependientes. Se diferencian de las empleadas del hogar externas o internas en que su trabajo se centra, únicamente, en el bienestar de las personas dependientes de la familia.
Los cuidadores de ancianos o discapacitados son los profesionales responsables de proporcionar, la atención y apoyo necesarios, a las personas dependientes en su casa y en su día a día.
Un buen cuidador de ancianos o discapacitados debe de cumplir unas características específicas como son: proporcionar ayuda de forma que las personas dependientes sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas. Deben de ser una persona con energía y positiva. A veces, ser cuidador de personas mayores o discapacitadas conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables. Hay que estar preparado. Cuidar implica muchas y variadas actividades de prestación de ayuda.
Los cuidadores de ancianos tienen como tareas que abarcan diversos campos: realizan las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.)
Normalmente son los encargados de transportar al anciano o discapacitado fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al médico, pasear junto a ellos…). Son también los encargados de la movilidad de los dependientes en el interior del domicilio (los acompañan al baño, les ayudan a levantarse y acostarse en la cama). Se ocupan de su higiene personal (peinarse, bañarse, vestirse, etc.). Supervisan la toma de medicamentos (controlan los horarios y las dosis, por lo que es muy importante que sea una persona muy despierta). Colaboran o realizan tareas de enfermería. Resuelven situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada). Le ayudan en la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse. Hacen otras muchas "pequeñas cosas" ( por ejemplo, llevarle un vaso de agua, acercar la radio, etc).
Los cuidadores de ancianos o discapacitados, pueden trabajar como internos, externos o por horas, según las necesidades de la familia que contrata.
El gobierno Español, gracias a la ley de dependencia, concede prestaciones económicas que, tienen como objetivo la contratación de una asistencia personal que facilite al beneficiario a una vida más autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria. La Ley de Dependencia, (aprobada en diciembre del 2006), es una Ley Universal a la que tienen derecho todos los ciudadanos y ciudadanas españoles que no pueden valerse por sí mismos por encontrarse en situación de dependencia.
Se entiende por Dependencia al "estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal". La Ley clasifica las situaciones de dependencia en tres grados: dependencia de primer grado o dependencia moderada, segundo grado o dependencia severa y tercer grado o gran dependencia. Según el grado de dependencia, las prestaciones serán mayores o menores.